lunes, mayo 30, 2005

adioses



hace un rato he vuelto de torrelavega de dejar a mi novio en la estación de autobuses.
otra despedida más. a veces resultan demasiadas.
cuando no está, siento su ausencia como un yunke de 5000kg en mis hombros.
le echo de menos, le echo TANTO de menos..., le echo terriblemente de menos.

Moscas En La Casa
Shakira

Mis días sin ti son tan oscuros
Tan largos tan grises
Mis días sin ti
Mis días sin ti son tan absurdos
Tan agrios tan duros
Mis días sin ti
Mis días sin ti no tienen noches
Si alguna aparece
Es inútil dormir
Mis días sin ti son un derroche
Las horas no tienen principio ni fin

Tan faltos de aire
Tan llenos de nada
Chatarra inservible basura en el suelo
Moscas en la casa

Mis días sin ti son como un cielo
Sin lunas plateadas
Ni rastros de sol
Mis días sin ti son sólo un eco
Que siempre repite
La misma canción

Tan faltos de aire
Tan llenos de nada
Chatarra inservible
Basura en el suelo
Moscas en la casa

Pateando las piedras
Aún sigo esperando que vuelvas conmigo
Aún sigo buscando en las caras de ancianos
Pedazos de niño
Cazando motivos que me hagan creer
Que aún me encuentro con vida
Mordiendo mis uñas
Ahogándome en llanto
Extrañándote tanto

Mis días sin ti
Cómo duelen mis días sin ti

jueves, mayo 26, 2005

donde habita el olvido.

Me costó algún tiempo reconocer su belleza. Un día me llamó desde su habitual esquina, donde siempre se sentaba y yo nunca la había visto. Me llamó suavemente, con apenas un hilo de voz y fue como una de esas veces en que las sensaciones llegan con la fuerza de una bofetada y la delicadeza de un algodón.
Mañana por la mañana me pasaría un buen rato contigo, y te contemplaría viendo como te deshaces en el viento y te transformas en cada respiración, y me conquistas, me haces sentir, y sobre todo, pensar; pensar en lo que me cuentas y en lo que representas.
Me recordaba un poco Madrid, que está bien pero no es Sevilla; que es importante pero no logra desperezarse y sacudirse ese montón de tristeza que le sobra.
No puedo evitar ese manojo de lágrimas que acuden a las comisuras de mis labios cuando vuelves una vez más a estar a mi alrededor. Me pregunto porque este corazón mío se estremece contigo. Y yo quiero llorar pero no me dejas y yo quiero hacerlo, aunque no tenga nada de sentido…
Me reflejaba un poco en ella, me creaba una sensación desasosegada y hacía que quisiera escapar mucho de sus formas. Sentir como me apretaba ese nudo que a veces se me hacía en la garganta nunca dejó que me pudiera entregar a ella, o quizás si, quizás lo facilitó y ahora me tiene hechizada.
No me explico ya nada, además no me importa y no tiene ya importancia para mi que no me importe. Es una sensación un poco absurda. Yo tambien soy un poco absurda, debe ser todo eso.


es tremendo, no recordaba en absoluto este medio relato, o principio de algo o lo que quiera que esto sea. no sé en que año lo escribí, para quien ni que significa; pero también es hijo mio y tiene derecho a un hueco en el blog.

lunes, mayo 23, 2005

Lince Ramón

esta es la canción de Kiko Veneno de donde viene mi nick.
hoy la he estado escuchando y me sigue encantando y me sigue haciendo ilu que se haya cruzado en mis oídos y me haya hecho decidir un nombre tan felino.

LINCE RAMÓN
Kiko Veneno

Es un gato grande con los ojos grandes
que al mover la cola transmite emoción
de largas patillas con sus zapatillas
da un salto muy grande y entra en acción

Corre tras su presa como una persona
y si se le escapa pronto la abandona
se ha desayunado una liebre hermosa
y un buchito de agua de la charca rosa

Es el lince Ramón
es el lince Ramón
Allá va el lince Ramón

Siempre solitario por su itinerario
va muy silencioso nunca llama la atención
tiene mucha vista y es gran velocista
a pesar de todo está en peligro de extinción

Le pone la oreja a todo lo que asoma
ten cuidado lince es la Blanca Paloma
Una mañanita con su bella estampa
iba por el coto y cayó en la trampa

Le pusieron la inyección
es un momento no duele ná
le pusieron Ramón
y un transmisor en el collar

Se despierta el lince no ha pasado nada
gracias por la nueva vida regalada
No perdamos tiempo que ésto son tres días
¿dónde te has metido tú lincesa mía?

Detrás va el Doctor con una cajita
donde numerada guarda su caquita
El laboratorio da los resultados
lo que tiene el lince es que se ha enamorado

No me diga usted princesa
que a mí sólo me interesa
lo que a todos los demás

Que soy un gato rumbero
y mi rumbo es que la quiero
que la quiero de verdad

Allá va el lince Ramón
y le hace el corazón
bip-bip-bop-bop
Es el lince Ramón
y le hace el corazón
bip-bip-bop-bop

Un día de mayo con su Seat Rayo
va a ver a su novia el conductor Don Ramón
Pa Matalascañas iba dando caña
y en ese momento se cruza el lince Ramón

Del fatal encuentro ya estaba cantado
se les fue la vida a los enamorados
ya acabó la historia de los dos Ramones
y ahorita tú mismo saca conclusiones
Lince Ramón…

viernes, mayo 20, 2005

Davide

David es el capitán del comando de la suavidad. Su primer alférez es una roja y jugosa cereza. El coronel ha de ser un melocotón.
Están entre su ejercito multitud de gatos, un par de jirafas, dos mirlos y varias mariposas. Ha llegado el tercer regimiento de nectarinas. El campamento está reunido en total secreto. Se estudia la estrategia para la conquista de las laderas de mi espalda.
El primer destacamento habrá de atacar el flanco dorsal, podrá realizar múltiples movimientos de expansión y repliegue para conseguir su cometido. Una vez estén las poblaciones más importantes sitiadas, se abrirán paso el comando de las sardinas. Vigilando en todo momento la provisión de nardos y claveles, que serán utilizados para seducir con malas artes a todas las habitantes del castillo de mi escápula.
La noche previa, mientras esperan al batallón del chocolate fundido, es larga y tediosa. Algún ruiseñor pasa volando, inspeccionando su campamento. Desde lejos, el fuego de las pequeñas hogueras parecíera ser un pequeño universo lleno de flamígeras estrellas.
En el otro lado, rebasada ya la cordillera de mi columna vertebral se encuentran emboscados los guerrilleros del terciopelo. Han aprovechado la seriedad y el arrojo de sus vigias; los abejorros con infrarrojo, para darse un baño en el mar de la tranquilidad de mis lumbares. El agua estaba tibia, olía como a azahar, a mandarina. Las arenas de mis costas son finas y límpias, es por eso supongo, que el comando del capitán David quiere llegar a ellas.
La lucha será sin duda cruenta y salvaje, habrá sangre, sudor y lágrimas, pero el resultado, no sé, siempre que no olvidemos lo que en un momento sentimos, ha de ser una victoria compartida.


David es un fisioterapeuta guapísimo que conocí de una manera muy tonta; le gusté por mi voz cuando le llamé cinco veces para que me diera el pedido del círculo de lectores (sí amaado lector, yo fui agente del Círculo). empezó a mandarme mensajes sin habernos visto nunca y un dia, cuando fui a llevar el libro nos conocimos al fin.
no pudo ser peor, Davide es guapísimo y además un muñeco encantador. El caso es que entonces yo tenía novio y lo único que conseguí fue hacerle pasarlo mal.
le guardo un inmenso cariño.

martes, mayo 17, 2005

cuarto gris.

-No le tengo ningún miedo a la muerte; es más, deseo vehementemente que aparezca.

Eso me lo dijo en primavera, quizás en Mayo o Abril. Me lo dijo en el parque, entre gritos y correteos de críos, clavándome sus pupilas, reflejándose en las mías como decía que le gustaba hacer porque había leído que cuando alguien se refleja en unas pupilas no puede escapar de su mirada.
Ella me enseñó a mirar a los ojos.
Ese fue el día de los carteles. Uno de tantos días en que puede apreciar su sencillez y su cariño hacia mí. Iba tan elegante como su mirada, y tan natural como su sonrisa.
Que bonita era cuando me quería.
Luego fue cuando las cosas empezaron a torcerse, las gaviotas echaron a volar y no se volvieron a posar en Torimbia; los claros se llenaron de nubes y la melancolía lo empapó todo hasta los tallos de hierbas que se le enredaron en el cabello aquella última mañana de Abril en que me abandoné en sus brazos.
Luego llegó el verano y otras flores ocuparon su jarrón, las noches volvían a tener sabor a vino dulce y los vestidos volvían otra vez a apolillarse. Pero solo me di cuenta de ello dos años después, me doy cuenta ahora en este triste cuarto gris en el que ni el olor del mar tapa tantas grietas en mi memoria.
Ayer vi una niña en el parque. Tenía esa mirada, tenía sus ojos y me la recordó tanto que la melancolía me hizo una herida en el costado y fui a la farmacia a preguntar por ella, y después de tantas vueltas lo supe. Supe que seguía sola y que los que la querían sabían que aun me esperaba. Seguía asomándose para ver si llegaba un coche y ahora que lo sé el dolor ya no me hace daño, ahora el dolor es dulce y vuelvo tranquilo a mis cosas y duermo tranquilo en mi cama, pero a veces, me siento aquí en este cuarto gris cara al mar y lloro, lloro mucho tiempo y no sé si de felicidad o de tristeza, no se si de alegría o de pena. Sólo sé que el mar me trae su recuerdo y la nostalgia echa a rodar mis lágrimas.

lunes, mayo 16, 2005

angel

En mis fantasias no hablas,
solo me miras,
solo me acaricias.

En mis fantasías me peinas con tus dedos
y me abrazas
en mis fantasías.

Me llevas de la mano
y me habitas
y me alcanzas.

En mis fantasías eres suave
como el atardecer,
como la escarcha.

En mis fantasías me moldeas
y eres lo que yo imagino
en mis fantasías.

En mis fantasías tiemblan tus manos
y me acunas
y me buscas
en mis fantasías.

Te haces sol y me quemas
y me inundas
y me llenas.

En mis fantasías estás desnudo,
las gotas de sudor te acarician,
las tuyas,
la mías,
en mis fantasías.



escrito a principios de este siglo. a un profesor que era muy buen profesor (no hubo nada entre nosotros, cotillas :P). debe ser de los poquísimos poemas que he escrito. y desde luego, el que más me gusta.

sábado, mayo 14, 2005

el falso papa condena la música punk

de la seríe Guest Stars invitadas ou yeah, con la inestimable colaboración del ínclito, el maravilloso, el de los dedos verginosos; el rock duro de*: TWIGGY RAMIREZ




NO AGUANTO a los putos críos punk. Es superior a mí. No digo a los que escuchan punk, ni a los que tocan en un grupo punk, ni a todo el que lleve cresta. Me refiero a los de "ke soy antisistema ke te kagas! mira el logo de 'muerte al kapital!' ke llevo en la pantalla de mi móvil de 200 euros!!".
Arghs. Corean rimas estúpidas, los nombres de los grupos que escuchan (perdón, esKuTXan) son pareados idiotas (kagalera en la eskalera, patada en la papada - estos ensayan al lado nuestro y son como...argh...), esas camisetas cerdas con grandes frases de la historia de la humanidad ("puta polizia me tokas los kojones oioioi"), esas mallas, ese "tengo una rima rancia para todo", ese "¿Bad Religion? No me suenan", ese "el estao y la monarkía me oprimen, voy a beber kalimotxo a ver si los derroko"........argh...

Creo que me dan hasta más asco que los surfers. Claro que los chupipunkis cumplen los 20, se meten a Derecho y no se les vuelve a ver sin camisa. Ser chupisurfero es como un estigma, la necesidad de ser el maaaaaaaaaaaaas guay del planeta te marca como un estigma, como una quemadura química.
O igual es que soy un tarado y me da asco todo lo que no sea como yo.
Que también puede ser.

escrito por el del blog "cafe decapitado" en el foro mondofriki.com

*esto lo dice j.sabina en "la mandrágora"

viernes, mayo 13, 2005

sexto cuento pequeñito

Decía una y otra vez que parecía mentira como en cuestión de 30 milisegundos todo se podía ir al carajo sin preguntar si nos importaba que nos destrozaran la vida; y algunos se dedican a meterse droga hasta el alma, y otros beben y otros se lían a mamporros contra las paredes o lloran y se sienten muy desgraciados.
Pero él no escogió ninguna de estas alternativas. Prefirió lo peor que podía haber, que era negar la realidad y no querer enfrentar los hechos, que es una coña, si ya los sé, pero cada uno es como es y se come las lentejas con cuchara grande o pequeña.
Total que fue teniendo una existencia más o menos estable y aveces nos miraba y nos decía: - si es que no me lo creo, no me lo puedo creer, no me lo explico – y eso los primeros días lo entendías y te sentías muy chiquitito porque veías que no le podías ayudar a superarlo, que la vida es muy perra y que no tiene gracia, pero es que después de seis meses empezó a preocuparnos. Ahora decía que vivía en una caja de María Fontaneda que tenía en la despensa, que todas las mañanas hablaba con ella y que ninguno de los dos se lo explicaba, que no podía ser y que algún día se la cruzaría en la calle, o la toparía al doblar la esquina, en el super, en el descansillo de la escalera o esperándole en la cama cuando llegaba tarde de currar.
Pero pasaron los días, los meses y los años y no venía, y no la encontraba y que pasa aquí, que yo así no juego y esto no me mola nada.
Lo peor vino al año. Estaba él como para celebrar la misa de rigor, y mi abuela fue a meterle el dedo en el ojo, que era lo que precisamente él menos necesitaba. Y mira que le dijimos que le dejara en paz, pero mira, ahí empezó a caer en barrena y a ponerse agresivo. Igual llegabas a verle y había preparado la cena para los dos y esperaba contigo a que llegara y cuando veía que no venía la llamaba al móvil diecisiete veces y decía: joder, como está el tráfico en Madrid. Y la cosa es que vivíamos en Llanes.
Pero nada, no mejoraba, le veíamos estancado y a mi se me empezó a parecer a Dalí en esa rarísima forma de mirarme. Yo creo que a veces él creía que yo era ella o que yo tenía algún contacto con ella porque me miraba de manera inquisitiva como si pudiera ver dentro de mí hasta la última célula de mi sistema neuronal.
Y a mí me dolía la de Dios, pero un día Angel me dijo que él ya no podía más y empezamos a distanciarnos de él. Y yo que me había criado con él, que te voy a decir, lo pasaba fatal. Por suerte o por desgracia, él estaba tan fastidiado ya que ni se daba cuenta y cuando me veía por la calle me saludaba con alegría y me hacía todas esas preguntas triviales que se le hacen a la gente que hace mucho tiempo que no ves y te cruzas en la calle. Y se iba con la sonrisa de oreja a oreja y yo creo que ni me conocía.
La última vez que le vimos, estábamos paseando por el tendederu en una de estas tardes de otoño que ya hace demasiado frío para pasear pero los atardeceres son demasiado maravillosos sobre el mar. Y Juanillo estaba allí, en la roca más saliente, inmóvil a pesar de la ventolera que le daba de lado.
Yo me sentí a morir y me abracé a Angel para no verle y cuando estaba ahí, contrayendo todos los músculos del cuerpo para no echarme a llorar, Angel me soltó y salió corriendo y yo pensé: ya está, se ha tirao y verás, verás otro drama, maldita sea nuestra suerte, coño.
Y me iba a dar la vuelta y me tocó una mano en el hombro derecho. Miré para atrás y Angel se empezó a reír y yo pensé: la leche, aquí nos vamos a volver todos locos. Pero me enseñó lo que traía en la mano y yo también me eché a reír.

lunes, mayo 09, 2005

quinto cuento pequeñito

Será imposible que deje de preguntarme por qué fui tan tonta. Será imposible dejar de pensar como metí la pata. Pero como pude estar tan ciega y ver solo lo que quise ver. Fui la más estúpida, manejada encima por un patán, y es que no me explico como me pudo, como pudo ganarme, como consiguió meterse tan adentro, como penetró en mi alma y me hizo suya. Como me perdí, como lo veía y no quise mirarlo, como lo sabía y lo ignoré una vez y otra y otra más. Y supe positivamente que no me haría feliz, que no era un trono lo que me esperaba, que era un inodoro. Verle tan bello, verle tan valiente, tan válido, siendo un cobarde y un inútil, sin un pelo de tonto, con tanta cara, con tanto rostro.
No entiendo como pudo, como pudo liarme, como diablos me engañó, cuando me puso la venda en la mirada y cortó mis alas. Y me ató de por vida y solo me queda lamentarme y preguntar por qué, por qué fingió esa sensibilidad, porque disfrazó esa tenaza helada que tiene por boca con pétalos de azahar. Como pudo saberme tan dulce su boca cuando es tan amarga, como redondeó su cuerpo para que se ajustara a mis recovecos.
Ha conseguido volverme insegura y fría, ha conseguido desestabilizar mi vida, colarme al fondo de los armarios, ha colocado piedras de hielo en mis manos y ya la vida me parece una porquería porque al enseñarme a vivirla a su ritmo la ha convertido en un vals roto, monótono y vertiginoso.
Camino ahora mirando siempre antes de cruzar los prados y ya las sonrisas no me engañan. Soy un animal débil y enfermo, inseguro y pobre y todo eso se lo debo. Noches de vigilia y días de palabras poco edificantes. No construyo nada que no se caiga y no dejo de preguntarme cual ha sido el tropezón que he vuelto a dar, que he hecho otra vez mal.
Ha conseguido volverme un títere sin ganas de trabajar, una esponja reseca que no tiene ya ni ganas de vomitar su tristeza y su desesperación.
Ha conseguido llenarme de odio hacia mi misma y a darme asco por echarle la culpa de todo a él.


esto, que para cualquiera que haya leído mi otro blog le puede resultar familiar, lo escribí hace también unos siete u ocho años, igual más.
creo que he evolucionado en una cosa: al menos ya sé echarle las culpas a quien realmente las tiene: yo misma, pero ya apuntaba maneras en la última frase.
en esta ocasión SI que odié a la persona a quien va dirigida y lo amé con todas mis fuerzas, y sufrí mucho más de lo que hubiera sido recomendable...
me da un poco de vértigo ver como palabras de ayer se hacen tan conocidas hoy.

sábado, mayo 07, 2005

cuarto cuento pequeñito

...Y es que era raro, pero raro rarito. Tenia aquella cara de piel oscura semitapada por tanto pelo y tenía esos ojos tan negros y tan profundos, rodeados por unas ojera en las que no apetecía saltar, que daban miedo cuando no sonreian.
A demás siempre andaba encorbado y de arriba abajo, no posaba el culo en ninguna parte, era la leche ver como subia y bajaba, bajaba y subia a pesar de esa mole de grasa que le colgaba de la cintura, el culo y la tripa. Eso si, te partías con él de risa, y cuando se apartaba el pelo de la cara no se le veía feo. Tenía una cara agradable y a veces se quedaba quieto con una pequeña sonrisa pintada en sus labios finos, entonces nosotras sabíamos que ya la estaba pensando porque eso de que se quedara serio un momento y sin hablar era demasiado extraño en él.
Pero lo mas gracioso, lo que nos alucinaba era que ligaba mas que nosotras tres juntas. No se que les decía a las mujeres pero siempre se llevaba a la habitación a la más guapa. Había llegado a nuestros oídos que el tamaño de su virilidad era extremadamente minúsculo pero podría ser alguna despechada, que había muchas ya que el no concebía otra relación estable que la que tenía con nosotras, que nunca nos había tocado ni lo había intentado. Siempre le hacíamos bromas de que nos llevara a la cama y él siempre reacionaba con una carcajada sincera y decía que si él quisiera y nosotras nos dejáramos haríamos de todo menos niños.
Era la bomba, la alegria de la huerta y en realidad no nos extrañaba que sus conquistas no dejaran de llamarle porque era un conquistador, un seductor que le vendería una camiseta del Ché a cualquier vieja falangista.
Una de las gloriosas noches estivales que pasabamos nosotras sentadas en la terraza nos pusimos a pensar de donde había salido y como le habíamos conocido, y como diablos se las había ingeniado para unirnos a las tres, que veníamos de los sitios mas dispares y que él decía amar con dolorosa lubricidad.
El caso es que nos unió para siempre y ahora siempre nos llamamos aunque de la noche a la mañana él desapareciera sin dejar rastro y no volvieramos a saber de su vida.
Y lo más gracioso de todo, después de todo lo que significó en nuestras vidas, después de unirnos, de emparejarnos con quienes él creyó que nos harían más felices, despues de conseguir encarrilar nuesras vidas, después de haber sido nuestro padre, nuestro hermano... es que no nos acordamos de su nombre.

miércoles, mayo 04, 2005

tercer cuento pequeñito

Mi ReInO

…Y le miré como se puede mirar una barra de hierro, con el mismo sentimiento, con la misma indiferencia. Pude buscar en su mirada lo mismo que hubiera buscado en la mirada de un calamar congelado tras el papel de celofán que los envuelve en los supermercados. Su piel, su contacto, antes tan cercano, se me antojaba ahora algo viscoso y desagradable y solo una idea rondaba por los recovecos de mi cabeza y es que nunca pude explicarme el porqué de esa forma deliberada de hacerme daño, el porqué de esa salida tan rotundamente hiriente. Y quizás lo que más me sorprendiera fue la capacidad de generar odio que poseo y no había descubierto, porque en aquel momento le odié tanto que me dolieron las muelas de apretar fuerte las mandíbulas, porque de ser todo pasó a no significar absolutamente nada, a no merecer ni una triste explicación para, por lo menos, mantener la elegancia. Ya lo consideré muerto para mí como una flor mustia y doblada en una maceta, ya ni me quise acordar de su cara ya su olor repugnaba a mi olfato. Y al darme cuenta de lo fácil que es el odio, y de lo irracional del mismo rompí las cartas comprometedoras y los carteles que indicaban alguna seña que lo ligaba a mí. Le consideré cobarde y desleal, indigno, sucio y débil y le grité en mi mente que él no estaba echo para darme disgustos porque, al fin y al cabo yo le había creado y él no tenía derecho a devolverme a mi condición humana, porque siempre me había hecho sentirme la princesa del cuento y yo quería seguir siendo una princesa y entonces fue cuando empecé a llorar porque estaba perdiendo mi reino.

este es uno de los textos de los que más orgullosa estoy. me gusta muchísimo. lo escribí por un pequeño noviazgo que pasó sin pena ni gloria por mi vida, pero me hizo parir esto, que no se ajusta para nada a la realidad. nunca odié a ese chico, pobre.

martes, mayo 03, 2005

segundo cuento pequeñito

Pero fue en una de esas épocas que se tienen, tan tontas. Era cuando nada parecía ser y todo podía ser algún día, era cuando no se podía creer en nada que no se pudiera apuntar, era cuando esperaba por una café en un bar con una camarera de uñas sucias. Y llegó él y parecía un rayo de luz diáfana. Era entonces cuando yo me acercaba y disimuladamente le olía. Olía su pecho y su cuello, y él se reía porque decía que ya se había acostumbrado y que ya no le causaba tanta vergüenza como las primeras veces. Y es que él no podía entender porqué me envicié de su olor, y yo no podía explicárselo tampoco, por lo tanto yo le olía y él se reía.
Además me encantaba verle reir, ver esas arrugas que se le formaban al lado de los pequeños ojillos verdes, vivarachos, astutos, infantiles. Me gustaba verle reir porque transmitía alegría, porque me hacía reir a mi también.
Me pasé toda aquella noche de los carteles mirándole, cuando se daba cuenta y cuando no se la daba. De espaldas, de frente y de perfil, porque aquella noche descubrí que tenía un atractivo perfil y lo gravé entre mis recuerdos de no borrar.
Me venía frecuentemente a la memoria la noche de Vidiago, los olores, el verde de las hojas, el incomodo asiento, su olor, su sensual olor, el olor de Al, el olor privilegiado de Al, que me atraía tanto. Recuerdo claramente aquella frase: “la noche también es cómplice”.

domingo, mayo 01, 2005

maldigo mi inocencia

Tus besos saben tan amargos
cuando te ensucias los labios
con mentiras otra vez

Dices que te estoy haciendo daño
que con el paso de los años
me estoy haciendo más cruel

Es que yo nunca creí que te veria
remendando mis heridas
con jirones de tu piel

De ti apredió mi corazón (de ti aprendió)
de ti aprendió mi corazón (mi corazón)
y ahora no me reproches niña
que no sepa darte amor

Me has enseñado tu
tu has sido mi maestra para hacer sufrir
si alguna vez fui mala
lo aprendí de ti
no digas que no entiendes como puedo ser así
si te estoy haciendo daño
lo aprendí de ti

Me has enseñado tú
maldigo mi inocencia
y te maldigo a ti
maldita la maestra y maldita la aprendiz
maldigo lo que hago
te lo debo, te lo debo, te lo debo, te lo debo a tí

Ahora me duelen tus caricias
por que noto que tus manos son cristales
rotos bajo mis pies
dices que te estoy haciendo daño
que con el paso de los años
me estoy haciendo mas cruel

Pero es que nunca creí que te veria
remendando mis heridas
con jirones de tu piel

De ti apredió mi corazón (de ti aprendió)
de ti apredió mi corazón (mi corazón)
y ahora no me reproches
que no sepa darte amor
que no sepa darte amor

Me has enseñado tú
tu has sido mi maestra para hacer sufrir
si alguna vez fui mala
lo aprendí de ti
no digas que no entiendes como puedo ser así
si te estoy haciendo daño
niña yo lo aprendí de ti

Me has enseñado tu
maldigo mi inocencia
y te maldigo a ti
maldita la maestra y maldito el aprendiz
maldigo lo que hago
maldigo lo que hago
y te lo debo, te lo debo, te lo debo a tí

Eso no es así, eso no es así
Eso no es así, eso no es así
otra noche que mas da.


que malo, que mierda, que triste, que rabia, que lástima que esta canción me recuerde a ti, encima precisamente hoy.