domingo, febrero 11, 2007

pesadillas

no me manejo
en los océanos de negrura de los sueños
no sé encontrar el timón
ni leer las cartas de navegación del reino onírico.

las pesadillas
los sueños dulces como ronroneos
no me atrapan casi nunca.

ahora
tengo pesadillas
tengo tirantes, desesperantes pesadillas.
sueño con la vida real
nada de monstruos, catástrofes
ninguna damisela despeñada de una torre encantada
ninguna ola gigante que asola mis playas y rompe mis velas.




sueño
con viejas heridas
cócteles de bilis y gusános removidos por manos finas
cielos despiadados que vomitan sobre mi desnudez
destinos perdidos, brújulas rotas.

sueño que mi vida
no me pertenece
que estoy a merced de lo que al monstruo se le antoje
sueño que me pierdo por el desagüe
que mis alas están tan mojadas
que es imposible alzar el vuelo.

sueño con caras rancias, normales, diarias
que me persiguen y me escupen
que no me permiten descansar
que quieren que muera con ellas.

me despierto contraida y a la vez disociada
tardo tres siglos en retomar las rutas
al final todo se diluye como ceniza
pero el sueño es tan real
como la pena misma.