martes, marzo 30, 2010

venecia


en Venecia fue la primera vez que me permití soñarte,
echarle un órdago a la imaginación
y encajarte en aquella realidad ya lejana.
allí empecé a empaparme de tí, a perder la cabeza
asiéndome a ti como a mi muñeca se asía
la estúpida herida que de forma infantil nos uniera.
creía que tenía tantos
ases en la manga
respuesta guardada
gomas de borrar
candados
papel de calcar...
y fui vaciándome en tí
como una baba
goteante y cristalina, diaria, templada...

aquella bella ciudad fue el principio
de la empinada cuesta que dejó tu espalda
tus manos, tus huesos
que horadaron mi alma, mi almohada
mi fé y me consciencia.

tan sólo eres
demasido precioso para que duela.