para hacer este viaje nos compramos "La guía del Trotamundos" que además de buenas explicaciones técnicas habla de curiosidades, costumbres y cosas necesarias u obligatoriedades a la hora de visitar un país.
por esta guía descubrimos que a los turcos les molesta mil que llamen a Estambul
Constantinopla y decidimos que si queríamos joder a un (Estambuleño? Estambulano? Estambulés???) le daríamos collejitas mientras le canturreabamos: Constantinoplooo, Constantinoplishooo...
Turquía es república desde la segunda dédaca del siglo XX. Gracias a un presidente que se llamaba
Ataturk que ha bautizado un boulevar, el aeropuerto y cualquier cosa susceptible de ser bautizada. gracias a este buen hombre los turcos desarrollaron un patriotismo que no habían conocido hasta la fecha y como dato curioso os diré que murió en el palacio de
Dolmabaçe (si el de topkapi era sobrada, este ya ni te cuento)y todos los relojes están parados a las nueve y diez (si no me falla la memoria) que fue la hora en la que expiró.
pero
Ataturk no vivió en
Dolmabaçe, era un señor sencillo y vivía en
Ankara, solo que tuvo la elegancia de morirse en el palacio más suntuoso y occidental a este lado del
Cuerno de Oro.
de nuevo, con su colaboración, visitemos el palacio de Dolmabaçe.
también este palacio tiene una ubicación pa morirse. puedes estar tomándote un té con pastas en uno de esos salones kilométricos, plagados de cristal de Bohemia y este otro sitio también muy famoso por la cristalería que no me sale, de porcelanas de Limoges, alfombras persas que son tan grandes como un piso modesto, lámparas de araña de dos toneladas de peso, una escalera principal con un pasamanos hecho con barrotes de cristal, chimeneas con azulejo de porcelana o braseros de porcelana fina... y cuando te acabes el té (que ya estará frio con lo que se me va con tanta explicación) das cuatro pasitos y puedes tirarte a bomba en el estrecho del
Bósforo, porque será mar, pero mar interior y todas las construcciones están al puritico ras del agua. y eso es hermoso, mucho.
este palacio es de los pocos, si no el único, que mantiene toda la decoración de origen. bueno, mantener es un decir porque está claro que nadie ha sacudido las cortinas desde su clausura.
aquí vivieron los últimos 6 sultanes de los 36 que vivieron en Estambul (los otros 30 en
Topkapi (ver anterior post), lo ha adivinado) y mantuvieron ese desparrame a la hora de decorar, construir y montarse el centro de operaciones.
vayamos por partes.
para entrar hay bastantes medidas de seguridad y has de pagar seis euros por cámara de fotos. justo delante de la puerta hay un señor vestido de militar en una postura de ataque subido en una especie de púlpito. pero... es de verdad? no, es un muñeco? déjame que me acerque... OSTRAS!! es de verdad y el tio no se mueve.
luego desfilando por los jardines como los patitos detrás de las patas te encuentras cuadrillas de militares. no sé si pretenden hacer una permanente exhibición de poderío defensivo, pero realmente queda muy folclórico.
la entrada principal es como cualquier palacio europeo, piense en Versalles o en alguna mansión victoriana (incluso piense en Tara, de "Lo que el viento se llevó" y se hará una idea más o menos) y por cierto, que tenían una moqueta roja muy hermosa que me di cuenta de que estaba empapada, pero una guiri francesa no fue tan hábil y se empapó la parte trasera haw haw!!
dentro del palacio predomina la amplitud y la simetría. todo está por duplicado y plagado de larguísimos corredores y amplias estancias. en este primer piso, donde en su momento se encontraba la despensa, hay una exposición de vajillas y utensilios que se utilizaban cuando era sede oficial del gobierno turco. encontramos vajillas de porecelana fina, cristal y plata u oro, también utensilios de aseo personal pero todo tan exagerado que tiene un valor incalculable.
el piso de arriba está repleto de salas de audiencias y salones para recibir emisarios de otros gobiernos. todo lleno de regalos super carísimos (como relojes, lámparas, unas pieles de oso con cabeza incuida que estaban tan hechas polvo que parecía que se iban a ir corriendo cuando las cucarachas y ácaros que parecían contener fueran conscientes de su fuerza destructora) y de sobradas sultanescas, como un lavabo hecho de alabastro, suelos de caoba y otras maderas nobles... bastante aburrido, si.
también este palacio tenía
Harem y también este
Harem era un matriarcado impenetrable con sus eunucos y todo (y esto lo remarco porque al ser la decoración tan occidental parece que no te los acabas de imaginar). lamentablemente el
Harem es una sucesión de habitaciones hermanas y lo único entretenido de la visita era el guía, que hablaba un inglés terrible y repetía las cosas entre cinco y siete veces como si tuviera un extraño tic o fuera Eric Iddle en el sketch de los codazos.
este palacio se encuentra en la zona nueva, la zona europea, donde están las facultades, la
Torre de Gálata que corona la colina de los enamorados (su padre que empinada) y ofrece unas vistas de la ciudad que quitan el aliento.
entre la
Torre de Gálata y la plaza de
Taskin se extienden los barrios de
Galatasaray, de
Taskin y el barrio del
Tunel, desde donde parte un tranvia auténtico (autenticamente lento) hasta la plaza de
Taskin, corazón de la vida nocturna y la vida digamos "pija" de la ciudad.
esta zona no se diferencia en nada de cualquier ciudad europea. ni los turcos visten raro, ni se ven cienes de muchachas con velo, ni todos llevan bigote...
cuesta un pelín encontrar alcohol y la comida sigue siendo... en fin, comida turca, pero el ambiente es el mismo que en las ramblas una tarde de verano.
el
Gran Bazar.
no es ni más ni menos que un centro comercial original, seguro que de aquí sacaron la idea los de "el corte inglés"; calles y calles que se cruzan formando una cuadrícula cubierta con techos abovedados y decorados con motivos musulmanes.
se agolpan casi unas encima de otras las tiendas de joyas, ropa y complementos falsificados (jamás verá usted tantísima marca junta, ni en Harrods), lámparas, backgamons, ajedreces y otros juegos de mesa y entretenimientos, tapices, bisutería, ropa tradicional y recuerdos, amuletos, Narguilles, objetos decorativos tan horteras como en el "todo a 100" más castizo, cientos de puestos de ropa de piel falsa... y así hasta el infinito, una con otra, doblando una esquina y más y más y MASSSS.
Estambul es la madre del comercio, aquí se juntaban los comerciantes del mediterraneo con los de la ruta de la seda. llevan toda su historia comprando, regateando y tomándose té con los clientes. todos chapurrean casi todas las lenguas y la mayoría hablan inglés con fluidez y bastante castellano.
si le gusta comprar no podrá salir de él y si no le gusta, como es nuestro caso, cada vez que se meta entre sus callejuelas buscando un regalo para su sufrida familia, tendrá varios ataques de ansiedad y tremendos subidones al conseguir, por ejemplo dos pares de bambas PUMA.(falsas o robadas) por 4500 pelas
y... donde está la zampa aquí?
ah, veo que es usted glotón y observador. efectivamente en el
Gran Bazar no se venden alimentos (aunque hay unos cuantos barecillos y algún colmado disperso) porque toda la comida está en el
Mercado Egipcio o
Mercado de las Especias.
este también es un recinto cubierto con tiendas que se agolpan unas sobre otras y con vendedores que usan los reclamos más diversos para atraer a la clientela: carteles de fondo amarillo con "QUE PASA NENG" "RARO, RARO Y RARO" "Y ESO!!" rotulado en mayúsculas para que el shock te deje con la boca abierta y aprovechen la coyuntura para meterte una "Turkish Delice" y liarte de mala manera.
lógicamente el olor lo inunda todo, olor de especias, de té y de tabaco (los turcos fuman incluso más que los españoles) y el color es tan explosivo e intenso que acabas empachado antes de entrar (personalmente me recordó mucho el mercado de la Boquería en mi adorada Barcelona).
este mercado está entre el
puente de Gálata (junto con el de
Ataturk, los dos puentes que cruzan el
Cuerno de Oro) y el
Puerto de Eminonü, enredado en las faldas de impresionante mezquita
Yeni (nueva en turco) a la entramos justo en medio de un oficio.
justo en la entrada del mercado se disponen a docenas puestos de alimentos más perecederos como quesos y pescados aunque no crean que para comprar lo que sea han de limitarse a esta zona. Estambul de arriba a abajo, de izquierda a derecha y de dentro a afuera está PLAGADO de puestos. Los pasos subterraneos para cruzar las vías principales (que por cierto, además de conducir FATAL y hacer una pirulas al volante que te dejan pálido, los turcos cruzan por el puto medio, no respetan los semáforos de los peatones, se quejan... e incluso estuvimos a punto de ver una colisión automovilísticas porque dos policias de tráfico que estaban a menos de 50 metros uno de otro no se pusieron de acuerdo, juas, son lo peor) están plagados de puestecitos por los lados (zapatos a 1000 pesetas, jeans a 1500) y como no, en el puto medio puestos de quita y pon con calcetines, muñecas que hacen la danza del vientre...
no me quiero imaginar Estambul con un tremendo dolor de cabeza.
seguiremos informando ;)