martes, abril 19, 2005

el zar de mimbre

Era una noche de luna llena, una noche de Agosto como cualquier otra, como cualquier año, como cualquier hora. Sentada al borde del agua las olas rompiendo mojaban mis pies. No era una noche especial. Detrás de mí, la pequeña fogata te alumbraba con la pálida luz anaranjada de las llamas casi consumidas. Era una noche cualquiera. Me levanté, la arena estaba fría, estabas tumbado sobre la toalla con demasiado “talco” encima como para poder hablar contigo.
Me senté frente a ti y estuve largo rato observando las líneas de tu cuerpo, el color que reflejaba el fuego en tus ojos y la forma de tu cara. Realmente te amaba.
Me incliné y te besé, tu me respondiste devolviéndome el beso. Tu lengua seguía teniendo aquel sabor dulce, de aquella primera noche en el parque. Ya habían pasado diez años. ¿Quién iba a pensar que después de tanto tiempo volvería a sentir aquella atracción tan fuerte como cuando estábamos en BUP?
Me dijiste, como hace diez años, con aquel tono casi infantil:
- Hey!, aún estás aquí. Eres una tía legal, legal.
En aquel momento sentí un dolor, como si me hubieran cortado un trocito de corazón. Nunca me habías dicho que me amaras...
- Estoy loca por ti, y tu lo sabes. Te quiero.
Tu me agarraste por la cintura he hiciste que me subiera encima de ti.
- Demuéstramelo -me dijiste- hazme lo que tu y yo sabemos.
En aquel momento sentí ganas de darte una bofetada. Siempre soy yo la que tiene que perder.
- Tu nunca me has querido, solo me llamas cuando estás muy colgao y eso no lo puedo soportar, esta es la última vez.
Me levanté y tu te quedaste allí, tumbado, como un drogata cualquiera, con tus ojeras y tus ojos hinchados.
- He intentado un millón de veces que me tomaras en serio, pero nunca quieres salir de esa mierda. Lo siento, y mas por ti que por mí. Adiós.
Cogí mis sandalias y comencé a andar hacia las escaleras. Detrás de mí el crepitar del fuego y el ruido de las olas. -Lo siento.-
-Ven.- Tu voz sonó como una mezcla de susurro y gemido desesperado.
-No.- dije con rotundidad.
-Por favor.- suplicaste.
Me detuve, y por mi mente comenzaron a pasar los recuerdos de aquellos años. Aquel día en la playa, en la fiesta de la ciudad, nuestras charlas sobre los padres, los amigos, el sexo...
Siempre me pareció que estábamos unidos por una atracción mutua, por una atracción extraña.
Recordaba cuando te dije que quería perder la virginidad contigo, quería ser tu amante de quince años, y ahora tu tenías veintiocho y eras como un viejo de sesenta.
Apuraste demasiado la vida.
-Por favor- volviste a gemir- por favor.
Ya no pude aguantar mas y corrí hacia ti, seguías con aquella mirada perdida y melancólica. Nunca te había visto llorar.
-Tu no, por favor. No me puedes dejar, eres lo único que me queda, eres la única que me entiende.-
-Te quiero. ¡Maldita sea! ¡Dímelo, dimelo! ¿Tanto te cuesta?. Lo necesito -pensé.
(silencio)
Me miraste, las lágrimas rodaban por tu rostro, resbalaban por tu barbilla y caían en la arena.
-No me dejes nunca. Nunca- suplicaste.
De mis ojos, cansados y enrojecidos por tanto dolor y tanta angustia acumulada en esa noche, brotaron lágrimas a borbotones. Te cogí por la nuca y la espalda y te incorporé.
Me incliné sobre ti y te besé. Nuestras lenguas se unieron en una, y te amé, y deseé que aquel momento fuera eterno.
Amanecía, el sol se dejaba ver por entre las rocas de la playa. Tu estabas allí, en mis brazos, toda la noche en mis brazos.
Los primeros turistas llegaban a la playa, y se preguntaban que hacía yo con aquel hombre muerto entre mis brazos, y sin parar de decir:
-Yo también te quiero.-



esta tontería la escribí con 16 años. ahora es todo tan lejano... Se llamaba Pablo, nunca me dijo que me quería y no era un drogata cualquiera.

10 Comments:

Blogger Álvaro said...

¿Escribiste eso a los 16 años simulando que tenías 28? Es que si no, no me cuadra...

¿Es todo una fantasía?

Un beso

1:52 p. m.  
Blogger Laura said...

El que tenía 28 años era él, o así lo he entendido yo.

7:35 p. m.  
Blogger Álvaro said...

Me dijiste, como hace diez años, con aquel tono casi infantil:

¿Éso quiere decir que lo que le dijera él a ella, se lo dijo cuando ella tenía 6 años?

10:07 p. m.  
Blogger Laura said...

Mmmm... pasapalabra!

3:03 p. m.  
Blogger Lince said...

XDDDDDDDDD

la historia la escribí cuando tenía 16 años. ¿cual es la parte que no entiendes?
en una historia puedes ponerte la edad que te de la gana.
deja ya de reventar blogs!!!

TERRORITTTA :P

seas muy muy bienvenido alvaro :D

8:57 p. m.  
Blogger Álvaro said...

¿Reventar blogs?

Sólo hacía un poco de publicidad del mío... pero nada. Ya está censurada la dirección.

Yo dije
¿Es todo una fantasía?

Ahí bastaba con un simple "Sí".
Después doblezero se me rayó.

6:43 a. m.  
Blogger Laura said...

Rayar? Yo te explicaba como yo había interpretado la lectura. Desde cuando eso es rayarse!

;-)

5:03 p. m.  
Blogger Zifnab said...

Me ha encantado. "Siempre soy yo la que tiene que perder"... es algo que si cambiamos el género me suena de algo. 16 años muy bien escritos, tristes, pero muy bien puestos.

4:54 p. m.  
Blogger Dhaunae said...

Está muy, muy bien, sí.

12:54 a. m.  
Blogger Lince said...

¡DHAUNAE!!!!!!! (jamás aprenderé a escribir este nick sin mirar :()

que deliciosa visita.
se te echaba mucho de menos.

tremendos besos.

1:47 p. m.  

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