lo
primero fueron los cuchicheos, las miradas esquivas, los vacíos.
luego empezaron los accidentes, los hurtos, los despistes
que traían de la mano
las culpas, las responsabilidades, los espías
y luego llegaron las amenazas
los empujones
las intimidaciones 10:1
las bromas pesadas, los insultos
respiré diez veces y volví a levantarme.
luego hubo collejas, tirones de trenzas y puñetazos.
respiré veinte veces y me quedé sentada
mi falda sedosa estaba teñida
la atmósfera pegajosa me ahogaba
la sangre resbalaba
triste y cansada
sonreía.
luego empezaron los accidentes, los hurtos, los despistes
que traían de la mano
las culpas, las responsabilidades, los espías
y luego llegaron las amenazas
los empujones
las intimidaciones 10:1
las bromas pesadas, los insultos
respiré diez veces y volví a levantarme.
luego hubo collejas, tirones de trenzas y puñetazos.
respiré veinte veces y me quedé sentada
mi falda sedosa estaba teñida
la atmósfera pegajosa me ahogaba
la sangre resbalaba
triste y cansada
sonreía.
7 Comments:
Coño que miedo
Por todo. Por lo dicho, por la foto.
Siempre agradecí que no me pasara y conseguí no ser complice.
En fin
Se feliz
¿Y por, para qué aguantar algo así?
si quieres sonreir, sonrie, pero nadie debe dejarse pisotear de esta manera, nadie tiene derecho a hacerte sentir asi, recuerda quien eres y haz saber al mundo que no te quedaras en un rincon sin decir nada
¿No os habéis asustado nunca cuando después del dolor físico sentís un leve placer?
A mí me ha pasado alguna vez y acojona y mola a partes iguales.
Lo primero que se me ocurre decir al leer el poema es: buff, joooder, que buen poema y lo segundo es:
Pero te levantaste ¿no?, te volviste a levantar ¿verdad?, contaste 30, o 40 o tal vez diez, pero te levantaste... sí, yo creo que sí, me lo has demostrado, aunque te conozco poco y de hace poco, pero yo creo que sí que te levantaste y creo que incluso hasta ajustaste cuentas, ¿Por qué no? Pero sí, yo, te veo en pie. Sigue así.
Un saludo
yo siempre me levanto,
yo y todos
NO HAY opción.
pero, afortunadamente,
no se trata de una historia personal
aunque seguro que es real.
No sé cómo enfrentarme a tu blog.
No tengo nada que decir, pero quería saludar.
Además, te debo once minutos.
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