Lins Against Barna
Que bonito...
El viaje en tren fue aterrador, como siempre. Me metí dos pastis y dormí como una osa, pero seguro que fue un viaje interminable porque lo he hecho suficientes veces para tener una opinión sólida.
Nada más llegar me encuentro un Serdo atolondrao, con las legañas pegadas y desorientado buscándome (o mirándole el culo a alguna, vaya usté a saber con esta juventú)
Con esta bonita costumbre que tiene la gente de ciudá de decir "vivo aquí al lao" me lleva a quince kilómetros de la estación de Sants (yo sigo convencida de que me hizo dar varias vueltas en círculo solo pa putearme) y me brinda su portal para cambiarme y ponerme un atuendo que vaya con el clima (wow!! me encantan las minifaldas, ou yeah)
Después de comerme media "Granja" y de que me repasaran los pies con Glassex (ya ve, que atentos estos barceloneses) nos vamos al primer parque, en las Corts, a inaugurar mi breve estancia en la ciudad con: un porrito.
De primera...
En nuestro periplo por parques y jardines fuimos al Parque de la Ciudadela que es realmente bonito a pesar de que algún maldito loco te pise y las fuentes se te revelen y te escupan a la cara.
Recibimos una llamada de la ex-carva. Lo coge Serdo. Oigo que dice:
-¿pero ya se está quejando?
la vida es así, te reciben, te marean, te pisan y se quejan de que te quejas.
No podré olvidar tampoco la increible visión del famoso caballo giratorio de Barcelona. Aún me froto recordándolo.
Menos mal que quedaban parques y porque yo lo valgo fuimos al Palau Reial, nada menos que donde celebró su bodorrio la infantita.
Después de comer fui a establecer mi campamento base en París-Aribau, saludé a mi grandísimo amigo Sixto, me puse supermonísima y quedamos por fin con la ex-carva en Diagonal-Paseo de Gracia.
Noche de THC, reencuentro y cariño.
Al dia siguiente fuimos de nuevo a descubrir nuevos parques donde drogarnos, pero como estabamos vagos y hacía mucho calor subimos unas pocas escaleras (mecánicas) de Montjuic y nos acercamos al Palau San Jordi, donde Miguel Bosé hacía gorgoritos para probar el sonido.
Llegué relativamente tarde a cenar con mi ex novio. Estaba tan guapo que me temblaron un poco las piernas, fue delicioso volver a verle y tuvo la buena idea de quedar en el gótico, con lo cual al salir me uní a mis dos zorritas polacas y nueva noche de THC, amor y Faemino y Cansado.
El viernes estabamos aún más vagos y fuimos a un miniparque de Sants hasta que fue hora de ir al aeropuerto a buscar a mi marido que llegó de Oporto tras innumerables persecuciones con las compañias aereas y mensajeras (MALDITOS).
El dia terminó en una discoteca Jevi, con unos impresentables y con el regalo de una muñequera de pinchos y el estómago lleno de churros cubiertos de chocolate en Marina.
El sábado fue un día matrimonial, compras, callejeo por el gótico y regalos. Luego THC, zumito y Vodka y preparación mental para asistir al SONAR.
El SONAR es un festival de chunda-chunda. Para ir (se celebra en la Fira de Barcelona, en Zona Franca; da mucha alegría pasar por delante del cementerio, sobre todo con resaca y un conductor de autobús kamikaze) cogimos un atobús en Drassanes que nos dejó con toda la mezcla del porro en la mano justo en frente de unos guardias de seguridad. Cuando bajé no sé si tenía más pinta de sospechosa por esconder droga o por parecer que escondía un arma.
El SONAR fue muy alucinante, me flipó mucho una cortina de graves que ponían entre los dos pabellones para que la música no se pisara. Lo mejor fue la sesión de Miss Kitiin y además quedará la posteridad que fue el sitio donde me hice un porro pegando verdaderos botes. A las siete de la mañana me daban ganas de llorar por el dolor de pies y la falta de drogas más fuertes, porque apetecía seguir bailando, pero el cuerpo no me respondía.
Dejamos a la Serda en las Ramblas y nos comimos un bollito de esos que saben a gloria. Llegamos a casa a las nueve y media.
El domingo fue un mal dia. Despedidas, agobios y malos rollos. No me gusta marcharme, no me gusta dejar Barcelona.
El viaje en tren fue aterrador, como siempre. Me metí dos pastis y dormí como una osa, pero seguro que fue un viaje interminable porque lo he hecho suficientes veces para tener una opinión sólida.
Nada más llegar me encuentro un Serdo atolondrao, con las legañas pegadas y desorientado buscándome (o mirándole el culo a alguna, vaya usté a saber con esta juventú)
Con esta bonita costumbre que tiene la gente de ciudá de decir "vivo aquí al lao" me lleva a quince kilómetros de la estación de Sants (yo sigo convencida de que me hizo dar varias vueltas en círculo solo pa putearme) y me brinda su portal para cambiarme y ponerme un atuendo que vaya con el clima (wow!! me encantan las minifaldas, ou yeah)
Después de comerme media "Granja" y de que me repasaran los pies con Glassex (ya ve, que atentos estos barceloneses) nos vamos al primer parque, en las Corts, a inaugurar mi breve estancia en la ciudad con: un porrito.
De primera...
En nuestro periplo por parques y jardines fuimos al Parque de la Ciudadela que es realmente bonito a pesar de que algún maldito loco te pise y las fuentes se te revelen y te escupan a la cara.
Recibimos una llamada de la ex-carva. Lo coge Serdo. Oigo que dice:
-¿pero ya se está quejando?
la vida es así, te reciben, te marean, te pisan y se quejan de que te quejas.
No podré olvidar tampoco la increible visión del famoso caballo giratorio de Barcelona. Aún me froto recordándolo.
Menos mal que quedaban parques y porque yo lo valgo fuimos al Palau Reial, nada menos que donde celebró su bodorrio la infantita.
Después de comer fui a establecer mi campamento base en París-Aribau, saludé a mi grandísimo amigo Sixto, me puse supermonísima y quedamos por fin con la ex-carva en Diagonal-Paseo de Gracia.
Noche de THC, reencuentro y cariño.
Al dia siguiente fuimos de nuevo a descubrir nuevos parques donde drogarnos, pero como estabamos vagos y hacía mucho calor subimos unas pocas escaleras (mecánicas) de Montjuic y nos acercamos al Palau San Jordi, donde Miguel Bosé hacía gorgoritos para probar el sonido.
Llegué relativamente tarde a cenar con mi ex novio. Estaba tan guapo que me temblaron un poco las piernas, fue delicioso volver a verle y tuvo la buena idea de quedar en el gótico, con lo cual al salir me uní a mis dos zorritas polacas y nueva noche de THC, amor y Faemino y Cansado.
El viernes estabamos aún más vagos y fuimos a un miniparque de Sants hasta que fue hora de ir al aeropuerto a buscar a mi marido que llegó de Oporto tras innumerables persecuciones con las compañias aereas y mensajeras (MALDITOS).
El dia terminó en una discoteca Jevi, con unos impresentables y con el regalo de una muñequera de pinchos y el estómago lleno de churros cubiertos de chocolate en Marina.
El sábado fue un día matrimonial, compras, callejeo por el gótico y regalos. Luego THC, zumito y Vodka y preparación mental para asistir al SONAR.
El SONAR es un festival de chunda-chunda. Para ir (se celebra en la Fira de Barcelona, en Zona Franca; da mucha alegría pasar por delante del cementerio, sobre todo con resaca y un conductor de autobús kamikaze) cogimos un atobús en Drassanes que nos dejó con toda la mezcla del porro en la mano justo en frente de unos guardias de seguridad. Cuando bajé no sé si tenía más pinta de sospechosa por esconder droga o por parecer que escondía un arma.
El SONAR fue muy alucinante, me flipó mucho una cortina de graves que ponían entre los dos pabellones para que la música no se pisara. Lo mejor fue la sesión de Miss Kitiin y además quedará la posteridad que fue el sitio donde me hice un porro pegando verdaderos botes. A las siete de la mañana me daban ganas de llorar por el dolor de pies y la falta de drogas más fuertes, porque apetecía seguir bailando, pero el cuerpo no me respondía.
Dejamos a la Serda en las Ramblas y nos comimos un bollito de esos que saben a gloria. Llegamos a casa a las nueve y media.
El domingo fue un mal dia. Despedidas, agobios y malos rollos. No me gusta marcharme, no me gusta dejar Barcelona.
7 Comments:
Como una de sus dos zorritas polacas le diré: "ñiñiñiñi no me guzta dejad badzelona ñiñiñiñi", pos quédense coño!! Cómo le gusta a esta juventud poner trabas a las fáciles soluciones carallo.
Un festival de Chunda-Chunda, dice... menos mal que no viniste el año pasado, jijijijij :*******
¿Queeeeeeeeeeeeeee?¿Que estuviste aquí y ni siquiera me avisasteis???????????
Bueo, vale, yo estaba en Londres, pero y qué!! Además no me cuadran los días..¡qué día llegaste?
Oh! Estoy ofendida.
¿Londres, Sonar??? pero que bien se lo monta la gente... y yo de examenes!!! uggggggg!!!!!
Bueno como me queda poquito, ya pienso en el día en que llego a mi casita, y en breve: ElectroSplash
En Benicasim, está muy bien de verdad!!!
mazi cabrons, en el fondo te gustó!!
Y seguro que a Barcelona no le gusta que tú te vayas...
PD. chunda-chunda dice... al menos no ha dicho bakalao!!
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