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hoy grité.
y el grito salió de mis labios y rebotó en todas las esquinas, destrozando los cristales y tirando los cuadros, para ir a estrellarse de nuevo en mi boca y destrozar todos mis dientes.
y todo se derrumbó y la tierra se abrió y el frio empezó a inundarlo todo, a cristalizar las gotas de sudor en hielo.
y yo quise morir, y lo quise de verdad, y hubo un ratito en que pensé en cual sería la mejor manera.
y no tuve cojones, como siempre. y me comí las lágrimas y me comí la desesperación y me agarré la tripa que quería estallar, quería hacerme creer que el mal estaba en mi, dentro y se me llevaría en cuestión de minutos.
y las lágrimas rodaron, como rodó mi cabeza, que escapaba despavorida, que no quería soportarme más, que no podía.
y me quedé allí, sentada en el suelo, en la esquina. pensando. sin saber que pensar.
queriendo que todo acabe, queriendo salir, encontrar, respirar.
y sigo en el mismo punto
y vuelvo al mismo bucle
estática
tan dispersa que llego a estar disociada
tan rota que jamás encontraré los pedazos tan pequeños, que se volvieron polvo y se fueron volando.
y un momento después estaba en un zulo. y solo había paredes de ladrillo heladas que lloraban sangre, sangre que impregnaba todo con su olor dulzón.
y volví a la realidad, como quien cambia de sueño y me sentí igual de mal y me siguió doliendo tanto que no tenía más fuerza para apretar las mandíbulas.
cansada de estar cansada, nerviosa, desesperada.
a punto de renunciar.
solo me falta un empujón para caerme y no volverme a levantar.
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y el grito salió de mis labios y rebotó en todas las esquinas, destrozando los cristales y tirando los cuadros, para ir a estrellarse de nuevo en mi boca y destrozar todos mis dientes.
y todo se derrumbó y la tierra se abrió y el frio empezó a inundarlo todo, a cristalizar las gotas de sudor en hielo.
y yo quise morir, y lo quise de verdad, y hubo un ratito en que pensé en cual sería la mejor manera.
y no tuve cojones, como siempre. y me comí las lágrimas y me comí la desesperación y me agarré la tripa que quería estallar, quería hacerme creer que el mal estaba en mi, dentro y se me llevaría en cuestión de minutos.
y las lágrimas rodaron, como rodó mi cabeza, que escapaba despavorida, que no quería soportarme más, que no podía.
y me quedé allí, sentada en el suelo, en la esquina. pensando. sin saber que pensar.
queriendo que todo acabe, queriendo salir, encontrar, respirar.
y sigo en el mismo punto
y vuelvo al mismo bucle
estática
tan dispersa que llego a estar disociada
tan rota que jamás encontraré los pedazos tan pequeños, que se volvieron polvo y se fueron volando.
y un momento después estaba en un zulo. y solo había paredes de ladrillo heladas que lloraban sangre, sangre que impregnaba todo con su olor dulzón.
y volví a la realidad, como quien cambia de sueño y me sentí igual de mal y me siguió doliendo tanto que no tenía más fuerza para apretar las mandíbulas.
cansada de estar cansada, nerviosa, desesperada.
a punto de renunciar.
solo me falta un empujón para caerme y no volverme a levantar.
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esto es un maullido de Lince a las 12:40 a. m.
4 Comments:
Y sentir que hay una condena que te tiene presa de por vida al llanto, a las lágrimas secas, porque no salen. Se abren paso desde dentro pero se quedan atoradas en la garganta, juntos a los gritos.
Cansada de la desesperación, del ruido de tu cabeza golpeando las paredes de tu cuerpo, cansada de estar siempre en guerra.
No te dejes vencer, no te caigas. Que no ganen la partida. No renuncies, nunca.
Curioseando enlaces salió tu blog. Y de veras que me gustó. ;)
llegué a tu blog desde espirales de humo, y la verdad estoy enganchado a vosotras. Un besazo desde otro atico de Madrit de un paseante cotilla.
javibatman69@hotmail.com
http://spaces.msn.com/members/ganjadubaddict/
Cuando me desespero me duele la cabeza. Me quito las gafas y veo en otra dimensión, me duermo despierta, me bloqueo, no puedo actuar, no puedo hablar, el miedo me inunda. Tengo un nudo en el estomago y una mariposa gigante de colores alegres que se come mis tripas. Y me odio, por idiota, por sensible, por enamorada del amor, por tomarlo tan a pecho. Y quiero ser otra persona, alguien que se quiera solo a si misma, alguien que actue sin sentir, pero no puedo. Nunca puedo.
Besos.
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